miércoles, 23 de febrero de 2011

Plan de Dios para el matrimonio

"Dijo entonces Adàn: esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; èsta serà llamada Varona, porque del Varòn fuè tomada". Gèn 2:23


A travès de los siglos las mujeres han sido maltratadas y han ocupado una posiciòn muy baja dentro de la sociedad. Hay paises donde todavìa existe la costumbre o tradiciòn de pagar una dote por la hija que se casa, el nacimiento de una hija puede crear una carga terrible para padres que sean pobres; en muchos casos la esposa se convierte en poco màs que la sirvienta de su esposo.

El libro de Gènesis nos dice que la mujer fuè creada despuès de Adàn para ser su compañera, su amiga y su ayuda idònea. La palabra ayuda de ninguna manera quiere decir que ella es inferior al hombre o que sea su sirvienta.
La Biblia enseña claramente que el hombre DEBE CUIDAR a la mujer como cuida su propio cuerpo. El que ama a su mujer a sì mismo se ama, porque nadie aborreciò jamàs su propia carne, sino que la sustenta y la cuida.

"Por lo tanto, dejarà el hombre a su padre y a su madre, y se unirà a su mujer, y seràn una sola carne". Gèn 2:24

Dios diò al hombre un mandamiento especìfico cuando creò a la mujer; un mandamiento que mucha gente con frecuencia no quiere escuchar.
La primera cosa que se le pide al hombre es que cuide a su esposa, que la ame, que la trate con bondad y ternura.
A cambio del cuidado y protecciòn que el esposo le brinda, la mujer debe ayudar a su esposo en todas las formas permitidas.
Debe entregarse a èl, de la MISMA MANERA (no màs no menos), en que èl se entrega a ella. Debe someterse a èl como autoridad del hogar; OJO: someterse en autoridad no es lo mismo que someterse en arbitrariedad.
El papel de la mujer es hacer que la vida de su esposo sea màs agradable y màs fàcil; èl DEBE cuidarla, y a cambio ella DEBE cuidarlo a èl. Debe animarlo, defenderlo y ponerlo muy en alto a los ojos de familiares y amigos. Debe aceptar sus decisiones y apoyarse en ellas.
Lo anterior, no quiere decir que ella no pueda expresar su opiniòn y hacerle sugerencias; pero si significa que la decisiòn de èl es determinante.
Al unir al hombre y a la mujer con el vìnculo del matrimonio, Dios querìa proveer las bases para una sociedad estable en la que pudieran crecer los niños.
Cuando dos personas se casan, se comprometen a sostenerse MUTUAMENTE, a cuidar uno del otro.
Al CUMPLIR fielmente estas tareas, el amor fluirà entre ellos, permitiendo que la felicidad entre en el hogar.